jueves, 13 de diciembre de 2012

La Cruz Procesional de Monforte, joya del siglo XVI

Estos días, y junto a la patrona de Monforte del Cid la Purísima Concepción, hemos podido observar como la cruz procesional que se observa en la antesala de la sacristía de nuestra iglesia parroquial de Nuestra Señora de las Nieves, se levantaba majestuosa.

Por ello, me animo a daros los datos y descubriros los secretos de esta joya de la orfebrería valenciana datada en el siglo XVI (muy similar a la que se encuentra en el municipio valenciano de Chelva), y que la tradición apunta a que fue donada por el famoso obispo Gómez de Terán y recuperada por la villa de Monforte del Cid del expolio que sufrió la parroquia entre 1936-1939.

La plateería valenciana del último tercio del siglo XVI alcanzó una extraordinaria pujanza, y por ello, los obispos de la diócesis de Orihuela y Murcia buscaron las nuevas tendencias que en los talleres valencianos se estaban dando. En este caso la cruz responde a un trabajo de tendencia manierista como así lo refleja su perfil, muy recortado, que parece seguir el tipo creado por el maestro Becerril, de gran repercusión por toda el área de levante.

Se configura como una cruz latina de brazos rectos terminados en medallones circulares rodeados por querubines y fragmentos de cartelas recortadas y rematados en perillones de base gallonada. Esta ornamentación basada en el repertorio del "rollwerk" junto a espejos y cartelas ovales cubre la superficie de los brazos.

La iconografía alojada en dichos medallones es la propia de este tipo de piezas, figurando así en el anverso los cuatro Evangelistas mientras que el reverso se destina a las imágenes de la Virgen, San Juan, la Magdalena y el motivo del pelícano. El cuadrón central de sección recta, según es típico en la platería valenciana del Quinientos, ofrece el relieve de Dios Padre en actitud de bendecir, al que se sobrepone la figura del Crucificado, añadido moderno de la década de 1980 fruto de una restauración. En la otra cara preside un bello relieve de la Virgen con el Niño, de muy estilizado y monumental canon.

La manzana, de tipo arquitectónico, consta de dos cuerpos cilíndricos de diferente tamaño, apoyado el inferior sobre tornapuntas. Amos se articulan por medio de nichos con figuras de los Apóstoles. El cañón cilíndrico y con decoración barroca, espejos punteados, es obra claramente posterior, añadido con toda seguridad en tiempos de Gómez de Terán (Madrid 1688 - Monforte del Cid 1758), quien según la tradición, fue el obispo quien la donó a la iglesia de Monforte del Cid. En Monforte el obispo tenía especial predilección y pasaba largas temporadas, donde levantó una pequeña residencia muy cerca del templo y hoy desaparecida.

Tanto por tipología como por estilo se puede considerar como una obra de transición en la que junto a elementos propios de la tradición renacentista se van sumando otros que preludian ya los cambios que se van a producir a partir del último cuarto del siglo XVI con las modas del austero espíritu herreriano.

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