viernes, 17 de agosto de 2012

La importancia de la Azulejería Religiosa en Monforte del Cid

Dentro de las líneas que proponemos para conocer el rico patrimonio de Monforte del Cid, sin duda la Azulejería Religiosa es uno de los aspectos que no podemos pasar por alto.

Las calles de la villa están repletas de estos paneles cerámicos propios del siglo XVIII, y que las fábricas de Valencia, en particular de Manises, abastecieron a numerosas localidades. A partir de estos escritos, comenzaremos a desentrañar las 65 obras que copan las diferentes casas particulares del municipio, con el único objetivo que sean conocidas y puestas en valor.

En este siglo XVIII, la Iglesia tuvo que emplear nuevas maneras de evangelización, y adaptarse a los nuevos tiempo. El culto de las imágenes en las iglesias sigue manteniéndose, pero ahora, saldrán a la calle para que sea fácilmente vistos a diario por los devotos y sobre todo como signo de protección. En Monforte del Cid, la labor fue llevada a cabo por los franciscanos, que desde la cercana pedanía de Orito, llevaron la devoción de San Pascual y la Virgen de Orito a las calles de la villa.

Hoy no será el momento donde incidiremos en los diferentes paneles, pero a modo de ejemplo podríamos señalar que se utilizaban diferentes santos y vírgenes según la protección que se quería obtener para la casa o la calle donde se implantaban: San Blas contra las enfermedades de la garganta, Santa Lucía por los ojos, San Sebastián contra la peste... 

A partir del Concilio de Trento (1545) pasaron numerosos santos, considerados desfasados para su devoción por su antigüedad (San Felipe, San Jaime, San Bartolomé), a ser sustituidos por los nuevos beatos y santos más actuales, como fueron San Vicente Ferrer (que aunque la tradición lo enclava en Monforte, no está probado en ningún caso con la documentación adecuada que así fuera) o el mismo San Pascual (que le era muy cercano a la gente por haber recorrido las calles de Monforte). Esto favorecía el culto popular ante la cercanía de sus buenas acciones y dejaron a un lado aquellos santos que vivieron en la época del mismo Jesucristo.

Por ello, se considera a Monforte del Cid como la localidad con más paneles religiosos en proporción a sus habitantes, y además, por conservar piezas de un valor incalculable de hasta el siglo XVIII.

En siguientes escritos, iremos presentando piezas particulares que recorren la actual villa de Monforte del Cid.



Calle Mayor en Monforte del Cid, donde se 
concentran buen número de paneles cerámicos


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